China, con 8.5 millones de unidades producidas al año, se consolida como el tercer fabricante de autos en el mundo, por detrás de Japón y EE.UU. Las ventas en el exterior crecen a un ritmo del 70% y este año podrían alcanzar el medio millón de unidades chinas vendidas en los mercados occidentales. Por lo general los modelos fabricados son algo antiguos y por debajo de los estándares de seguridad admitidos hoy en día, pero los precios suelen ser muy bajos: el costo del Shuanghuan Sceo, acusado de ser una réplica del BMW X5, está por debajo de la mitad del de su original alemán.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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